GR-11_Aventuras en Pirineos: 6ª Etapa ZURIZA-GUARRINZA

¡¡¡FELICIDADES JOSEMA!!!

Nos hemos levantado prontito para poder salir a eso de las 8:30. Hemos movilizado el campamento, abajo dormían Ines y Non Ru en el suelo.
Hemos desayunado y nos hemos puesto en marcha Alberto, Ines, Josema, Laura y yo. son las 8:35. Nos hemos puesto en marcha con nuestras pequeñas dolencias, mis rodillas van bien. Cogemos una pista amplia en pequeña ascensión. El día está de nuevo plomizo, no nos deja ver la Sierra de Alano, ¡una pena!. Se nos hace ver al cuarteto que nos acompaña desde que empezamos esta andadura, son un grupo de tres catalanes y un británico, majetes. El día nos hace ponernos y quitarnos continuamente el chubasquero.
Empezamos a ver camino de montaña con dificultad de poner el pie seguro y subida en escalón. Subida, subida, subida... Nos encontramos un primer refugio a nuestra izquierda, la lluvia empieza a molestar, hace frío, viento. Dudamos en la ruta a seguir, por el arroyo o subir. Decidimos subir después de ver una pareja de rapaces sobre un pie muerto. Subimos, nos encontramos con bosque de pino silvestre, seguimos subiendo con dificultad, el camino desciende levemente engañando al pobre caminante creyendo que se va suavizando la pendiente, no, se empieza a subir de nuevo, el tramo se complica, alguno de nosotros toma ventaja porque se ve mejor.
Llegamos por fin al "refugio". Consistente en seis chapas a modo de casetilla de obra. Allí estaban nuestros compañeros de viaje catalanes e inglés. No cabíamos todos dentro, alguno se tuvo que salir y relevarnos en el refugio porque no dejaba de caer una fina lluvia que calaba. Cogimos fuerza, comimos algo, dejó de lloviznar momentáneamente saliendo el sol tímidamente. Subimos en pendiente muy fuerte inmediatamente. Nos encontramos a unos excursionistas de frente, a uno de ellos le preguntamos sobre el tiempo que nos quedaba para el collado, nos dice que unos 30 minutos, las fuerzas están justitas. Efectivamente al cabo de ese tiempo llegamos al final de la subida (Cuello Pietraficha). A nuestras espaldas la escondida Sierra de Alano, impresionante línea calcárea con pináculos redondeados. Teníamos la esperanza de poder verlo pero el día no mejoraba. Cruzamos el collado y continuamos por una brutal pendiente de suelo rojo férrico. con mucho cuidado bajamos por las inestables rocas. Después de bajar esa tremenda pendiente el camino se suavizó igual que las marcas, las perdimos de vista, creímos coger buena senda, estaba bastante pisada aunque seguramente por aquí habría muchas ya que las vacas pastan por esta zona. A lo lejos pudimos oír un chillido de algún animal, me acordé que en Pirineos habitaba un animal curioso, la marmota. Lo que oímos es la señal de alarma de aviso de peligro o de intrusos. Nosotros. Después vimos a una de ellas confirmando nuestras sospechas.
El camino desapareció bajo nuestros pies, nos inventamos la continuación hasta llegar al camino que creíamos que continuaba nuestra ruta. Bajamos por una zona complicada. Ante nosotros los imponentes Pirineos, anduvimos por camino estrecho junto a vacas de la comarca. Alguna de ellas nos hizo una intentona de embiste. En el cielo sobrevolaba un ave que hemos querido creer que era un quebrantahuesos, seguramente no lo era. Seguimos impresionados por el paisaje que hay frente a nosotros, bajamos por un camino con mucha pendiente en zig-zag, mis rodillas se empiezan a quejar. Ante nosotros a nuestra misma altura inmensas moles de roca y vegetación.
El camino coge de nuevo una pendiente dolorosa, se ve al fondo la zona de Zuriza, bajada, bajada, bajada... Ines se pone en cabeza, tiene hambre. Llegamos a la zona de aparcamiento, hemos terminado la ruta casi en el tiempo programado por la guía que tiene Laura. Cogemos pista hasta llegar a una edificación que parece militar, cerrada. Nos hemos sentado cerca y hemos empezado a comer, la lluvia nos respeta. Al poco tiempo llegan nuestros amigos acompañantes de la GR-11. Hemos comido y en seguida nos hemos puesto en marcha, Alberto e Ines se han dirigido directamente al camping, el resto hemos ido a explorar las pequeñas edificaciones a modo de refugio que se encuentran cerca del arroyo, en la guía lo indican como refugio de la mina. Cerrado. Cogemos la pista del otro lado del arroyo y nos dispusimos a alcanzar a nuestros compañeros. Nos salió a nuestro encuentro Raúl y Herminia, dejé la mochila en su coche y seguimos a pie hasta una zona en el que se encontraba ya todo el grupo. Decidimos ir al camping que estaba a unos 14-15 kilómetros ya que no teníamos otra zona para dormir todos juntos. Instalamos las tiendas, nos duchamos, y nos dirigimos al bar donde vemos el tenis de pareja femenina entre España-EEUU. Cantamos el cumpleaños a Josema.
La cena ha sido bastante completa, chuletillas, queso, sopa calentita... camita.